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| Roure del Roquissar |
Una grandísima excursión la que pudimos disfrutar el pasado domingo en el Alt Maestrat castellonense. El Barranc dels Horts es uno de los lugares mágicos que conservamos en nuestras tierras y merece un recorrido interpretativo como el que organizamos. De propiedad de la Fundació Caixa Castelló, se requiere de un permiso previo para su visita.
La primera parte del trayecto transcurre por la finca del Mas del Barranc dels Horts en una sucesión de quejigos monumentales que nos van sorprendiendo a cada paso. El llamado Roure del Roquissar es el colofón a esta explosión de vida natural. Una vez más, el arraigo a la tierra es la que ha permitido que podamos disfrutar de unos ejemplares de roure valenciá de gran porte junto a unas tierras cuidadas con el mimo de un jardinero paciente.
Poco a poco llegamos al collado situado junto al Mas d'Orenga en el que empezamos a vislumbrar el Vall del Cirer de la localidad de Catí. En este tramo caminamos en una antigua vía pecuaria, un azzagador, con sus muros de pedra en sec construidos a base del esfuerzo duro y constante de los habitantes de las tierras del interior de Castellón. Comentábamos que en algunos momentos parecía posible escuchar el murmullo de los rebaños, a sus pastores con sus viejos zurrones y los perros atentos a cualquiera de sus señales. En realidad todos esos sonidos están guardados en cada una de las piedras que conforman estas maravillosas construcciones.
Comemos en el lugar donde la vía pecuaria comienza a descender y hace posible que podamos disfrutar del recóndito valle que forma el Barranc de l'Empriu con el Mas de Belluga mirando vigilante desde un altozano. La bajada se realiza por un bosque de carrascas hasta llegar al camino junto al barranco que tomamos hasta la carretera de Catí donde finaliza la excursión.
Como de costumbre sorteamos un par de bastones obsequio de DEPORTES ALVARADO. En esta ocasión fueron a parar a las manos de Pilar A. ¡¡¡Enhorabuena!!!
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