ENGUÍDANOS |
Si tuviéramos que hablar de la excursión del domingo 28 de manera cronológica, podríamos decir que empezó el viernes por la tarde. Como la predicción meteorológica no era, siendo optimistas, muy buena, el móvil no paraba un momento. Con estos nuevos ingenios que usan los científicos hemos pasado del archiconocido "anticiclón de las Azores" a la ciclogénesis; del "nubes y claros durante el fin de semana" a "fuertes aguaceros entre las nueve y las diez treinta y cinco". Todavía no se han dado cuenta de que existen otros pronósticos como "ligera lluvia junto al río Cabriel, con unas sensaciones aromáticas dignas de la mejor primavera" o "nevadas intensas para ver desde el autobús". En fin, se está perdiendo la poesía... y el cha-cha-chá.
Siguiendo con las manecillas del reloj, tocaba explicar la excursión y proceder al momento más esperado de la mañana: los sorteos. En esta ocasión los bastones obsequio de DEPORTES ALVARADO fueron a parar a las expertas manos de Meche S. (esta chica está de suerte). Además Pere de URBAN BIKES VALENCIA, nuestro guía BTT, nos obsequió con un par de guantes bicicleteros que fueron a parar a las de Esperanza A. (ya tiene el pack completo, bastones y guantes). Estábamos terminando con los sorteos cuando ya comenzaba a nevar sobre los viñedos de Requena-Utiel.
Tras el almuerzo comenzamos la excursión hacia las Chorreras de Enguídanos. Habíamos decidido variar el recorrido siguiendo la evolución de la lluvia. Es verdad que no pudimos disfrutar de esta preciosa zona con el sosiego requerido, pero sí que pudimos contemplar un paisaje de ribera muy parecido a zonas más cercanas al mar Cantábrico.
Una vez en las inmediaciones del embalse de Villora, cruzamos el río Cabriel para volver a Enguídanos por su margen derecho. Cruzamos más tarde el río Guadazaón en el punto donde vierte sus aguas al anterior, camino del embalse de Contreras. Habíamos decidido comer a buen "Cobijo" y hacia allá nos encaminamos.
Fotos de Sendeando AQUÍ.
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