Desde su nacimiento en el puerto de Confrides hasta que aporta sus agua al río Algar cerca de Altea, el río Guadalest conforma un delicioso valle. Protegido al norte por la Serrella, la Xortá y Bernia. Custodiado al sur por el Ponoig y Aitana. El escritor gallego W. Fernández Flórez hablaba de la casa de la primavera: "Ya sé donde se refugia la primavera cuando el invierno baja del norte, como un vikingo depredador, para invadir Europa. En lo alto de la Aitana planta su estandarte blanco de nieve, pero entre la sierra y el mar, en su pequeño feudo delicioso, la primavera triunfa.".
Iniciamos la excursión en Benimantell y quisimos pasar por su famosa calle de Trencacames (de bajada) para dirigirnos hacia el camino que baja hacia el embalse pasando junto al cementerio. Hasta la presa disfrutamos de un agradable y fresco camino que invitaba al paseo y a la tranquila observación del paisaje.
El recorrido desciende hasta el pie de presa y continúa junto al río. Vamos pasando de una orilla a otra entre campos de cultivo y abruptas paredes. Los barrancos que alimentan el caudal se van sucediendo. Tenemos a la vista Callosa cuando abandonamos definitivamente su cauce para tomar dirección sur.
Pasamos junto a fincas de labranza mezcladas con algunas edificaciones más modernas. Los invernaderos van tomando protagonismo en el paisaje. Entramos, al final, en Xirles. Lugar de avituallamiento y fin del recorrido.
En esta ocasión los bastones aportados por DEPORTES ALVARADO fueron a parar a las manos de Carlos M. Esperamos que los disfrute y si es con nosotros, mejor.
Fotos de Sendeando AQUÍ.
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