AÍN - CHÓVAR

Una vez más comenzamos el año Sendeando por la Serra d'Espadá. Coincidimos, además, con algunos otros grupos movidos por la belleza de esta sierra y por el magnífico día que disfrutamos. Algo de frío, nada de viento y buena visibilidad. Con estos ingredientes todo se cocina mejor. El recorrido previsto, además de las incontables bellezas naturales, pretendía unir dos de las comarcas que vertebra esta sierra. Salimos de la Plana Baixa y terminamos en la comarca de la Plana Alta. En nuestra excursión coincidimos con parte de la frontera lingüística que pervive en esta sierra. La línea Onda, Sueras, Veo, Aín, Eslida,... une/separa dos zonas de diferente influencia cultural. Al este, la Plana Baixa, de colonización catalana, es de habla valenciana; al norte y oeste, las comarcas del Alto Mijares y Alto Palancia, colonizadas por aragoneses, de habla castellana. Tenía pues sentido el utilizar el senderismo (el caminar por la montaña) como excusa para conocer mejor nuestras tierras y nuestros paisajes.

Salimos de Aín (495m) con un frío mañanero que estimulaba a caminar y disfrutar de los paisajes de Espadán. Callejeamos entre fachadas blancas pasando junto al antiguo lavadero y el Molinet (molino hidráulico harinero) buscando la Font de Sant Ambrós. El camino es puro Espadán; rojizo por el rodeno y rodeado de alcornoques. La primera parte del trayecto sigue el curso del Barranc de la Caritat y pasa junto a los molinos de Baix y de Guinza. A nuestra derecha destacan los restos del Castell . Abandonamos las marcas rojas y blancas del GR-36 para adentrarnos en el Barranc del Roig; sendero estrecho que gana altura rápidamente y que nos hace respirar con rapidez. Hacemos una parada al encontrarnos con la pista antes de seguir por otra senda que nos lleva hasta el collado. De frente el camino hacia La Mosquera, a la derecha el que busca el Tossal Gros y el collado de Íbola. El nuestro continúa en ascenso hasta coronar la Penya Blanca (971m). Vale la pena disfrutar de las vistas y, de paso, descansar un poco. 

Tenemos a la vista la segunda parte de nuestra excursión. Al fondo las antenas del Puntal de l'Aljub y, en medio, la sucesión de crestas y lomas que tendremos que ir salvando. En los collados nacen barrancos de evocadores nombres: la Sunsida, la Caritat, la Bellota, l'Oret,... A nuestra derecha el valle del río Palancia y la Calderona; a nuestra izquierda la agreste Serra d'Espadá, la Plana de Castellón y el Penyagolosa vigilante; al fondo, como una isla, el distante Montgó. Paramos en alguno de los collados y disfrutamos de las vistas en alguno de los picos por los que pasamos. Cuando parece que tocamos las antenas, todavía queda alguna bajada más,... y su correspondiente subida. Finalmente llegamos al Puntal de l'Aljub (944m). Después de los extraordinarios paisajes por los que hemos caminado parece que el muestrario de antenas se nos hace raro y decidimos continuar un rato más antes de la parada para comer. 

Salvamos de un tirón el tramo de pista asfaltada hasta llegar al Coll dels Morts, importante punto de conexión de diferentes itinerarios y punto elegido para reponer fuerzas. En este caso el menú era muy sencillo: primer plato y siesta. Ya a la vista el fin de etapa iniciamos la bajada por una estrecha senda hasta llegar a los huertos que rodean la población de Chóvar (415m).

Por la mañana realizamos el tradicional sorteo de dos bastones telescópicos que nos obsequia DEPORTES ALVARADO. En esta ocasión la agraciada fue Teresa A., aunque le dio algo de vergüenza recoger el resguardo, seguro que les dará mucho uso. Enhorabuena!!!

Fotos de Sendeando AQUÍ.