La Serra d'En Galcerán es un macizo montañoso situado entre Albocasser, al norte, y la Vall d'Alba al sur. Desde sus cotas altas se definen perfectamente la Rambla de la Viuda, su límite occidental, y la llanura de Benlloch-Salzadella, a levante. Además es una perfecta atalaya desde la que se puede contemplar buena parte de la provincia de Castellón y, en días claros, las Islas Columbretes o sierras de las provincias colindantes.
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| SARRATELLA |
A primeras horas de la mañana rompimos la vida tranquila de la población de Sarratella. Almorzamos en el bar e incluso pudimos charlar con su alcalde que amablemente nos obsequió con unos folletos para conocer mejor su término municipal. Salimos hacia el oeste por un bonito camino empedrado desde el que disfrutamos de una excepcional vista de la población en la que destaca la torre hexagonal de su iglesia parroquial. A la izquierda, en lo alto, destaca la ermita de Sant Joan de Nepomuceno. Seguimos subiendo entre muros de pedra en sec y aliagas en flor. A nuestra derecha destaca la abrupta zona de Les Devesse, poblada de masías. Con un molesto viento sorteamos el Tossal Gros y el Collet antes de llegar a la Bassa del Bosc. En la caseta de pastor cercana nos damos un respiro y admiramos esta sencilla muestra de la arquitectura popular.
Al poco iniciamos la subida al Tossal de Saragossa. Sus 1.082 metros de altitud son el techo de esta sierra y punto desde el que admirar las sierras que nos rodean. Destaca el Penyagolosa, el gegant de pedra vigilante y protector. Debido al fuerte viento no nos demoramos en iniciar el descenso por el Barranc del Toll. Pasamos junto a los restos de un antiguo horno de cal y llegamos al tranquilo rincón del Mas de Gargallo. Sus almendros en flor destacan sobre un paisaje abancalado. Seguimos nuestro camino y buscamos un lugar entre bancales para hacer la parada del mediodía y reponer fuerzas. Hace un día estupendo pero el viento no descansa.
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| QUERCUS VALENTINA |
Seguimos bajando hasta llegar a los pies de la Mola de la Vila. Cambia el paisaje y nos adentramos en un frondoso pinar. Pasamos por la Font de l'Ombría y nos dirigimos hacia el punto donde se sitúan los restos de un antiguo poblado ibérico, hoy completamente engullido por la vegetación. En cualquier caso las vistas son excepcionales y merece la pena la visita. Volvemos sobre nuestros pasos para dirigirnos hacia el final del recorrido. En algunos se palpaba el nerviosismo ya que nos quedaba por ver una de nuestras joyas naturales: el Roure Valencià de la Serra d'En Galcerán. El botánico Cavanilles clasificó como Quercus Valentina esta nueva especie y así consta en el Catálogo de Flora Europea de Cambridge.
Como no podía ser de otra manera, también tuvimos el tradicional sorteo de bastones obsequio de DEPORTES ALVARADO. En esta ocasión íbamos en dos autobuses y dos fueron las premiadas: Isabel C. y Manuel V. se pasarán pronto por la calle del Mar para recoger sus regalos.
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