PLÓVDIV |
Para el final del viaje, y de esta crónica, teníamos preparadas unas visitas a algunos de los lugares más importantes de esta parte de los Balcanes. Poblaciones con restos de las diferentes culturas que se dieron cita en esta zona del mundo, verdadera encrucijada de caminos y de pueblos.
La ciudad de Smolyan se asienta a lo largo del río Cherna. Es la unión de tres pueblos: Smolyan, Ustovo y Raikovo. Destaca su comercial avenida principal y, especialmente, la montañas que la rodean. Muy cerca está la estación de invierno de Pampórovo y diversos miradores. Nosotros nos acercamos a uno de ellos, el de Neviastata (la moza). A través de un frondoso bosque de pinos, transcurre una senda ecológica (muy apropiada para ir con niños) que nos lleva al pie de una vía ferrata y un mirador sobre el valle.
Continuamos camino hacia el Monasterio de Báchkovo. Allí pudimos visitar el antiguo refectorio con frescos del siglo XVII y una original mesa de mármol. La cercanía del 15 de agosto, día de la procesión del icono de la Virgen, hacía que el patio fuera un ir y venir de empleados, monjes y fieles. Bautizos por un lado, ofrendas en otro, andamios,...
Terminamos el día en Plovdiv donde nos alojamos en el Hotel Real. Es la segunda ciudad de Bulgaria, contemporánea de Troya o Micenas. Destacan sus restos romanos (estadio y teatro), la mezquita de Imaret y un casco viejo repleto de mansiones del siglo XIX. Las vistas desde Nebet Tepe (colina de la Oración) son espectaculares. Desde esta antigua fortaleza podemos ver el paso de río Maritsa y hacernos idea de esta ciudad construida sobre colinas. Ver fotos de Sendeando y de Tere y Ramón.
llegamos a Sofia, capital del país y centro de los Balcanes. Alrededor del mercado se funden la Sinagoga, la Mezquita Banya Bashi y la iglesia de Sveta Nedeyla. Tres religiones junto al lugar de reunión. La Rotonda de Sveti Georgi (San Jorge) es un maravilloso edifico paleobizantino del siglo IV. La catedral de San Aleksandur Nevski es impresionante. Los tracios se asentaron originariamente cerca de una fuente termal y a ella acuden hoy día los búlgaros a recoger sus aguas. Junto a ella el imponente edificio de los Baños Minerales, construido a principios del siglo XX. Y Sofia es mucho más: el teatro, los jardines, el centro administrativo, el bullicio de la avenida Vitosha, etc. Ver fotos de Ramón y Tere y de Sendeando.
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