RÍO OJOS DE MOYA |
Mientras caminábamos eran muchos los comentarios alabando el paisaje que nos rodeaba y lo desconocido que resultaba para la mayoría. Tal vez deberíamos conocer algo mejor la tierra de los padres de muchos valencianos que llegaron cuando todo era más boyante por aquí. Cuando llegamos a Talayuelas la cima del pico Ranera estaba envuelta en una espesa niebla que invitaba a sentarse a almorzar y a tomar algo caliente. Resuelto el trámite comenzamos el recorrido por la umbría de la sierra rodeados de un extenso pinar. Dice el dicho que "cuando el pino llora, el resinero ríe" y aquí vimos que este antiguo oficio intenta plantar cara a la crisis con una cierta sonrisa. Además de su aprovechamiento directo, colabora al mantenimiento y conservación de nuestros bosques.
Con algunas paradas previas llegamos a la Cruz de los Caminos. En este punto confluyen sendas y barrancos. El Tormolongo al sur, el Polvorín al norte; junto a nosotros el Barranco del Mozo y algo más allá el arroyo de Cedilla. Desde aquí vamos bajando hasta llegar al río de los Ojos de Moya. Nos encontramos de repente con los colores del otoño. La paleta se ha tornado ocre y va salpicando el tapiz verde que nos rodea. Pasamos por las tejerías y el Molino de Ribes; el Barranco de la Cota aparece a nuestra izquierda y llegamos a Garaballa.
A algunos todavía nos queda acercarnos hasta la cueva de la Virgen de Tejeda. Dice la leyenda que en ese lugar se le apareció sobre el tronco de un tejo a un pastor que allí se refugiaba. En realidad es un trayecto muy agradable junto al río con bonitos rincones. Nosotros nos juntamos en una chopera para comer hasta que una fina lluvia nos invitó al volver al pueblo de Garaballa. Fotos de Toni M. AQUÍ, de Ramón N. AQUÍ y de Sendeando AQUÍ.
En esta ocasión fueron dos las parejas de bastones que sorteamos por gentileza de DEPORTES ALVARADO. Tanto Ángeles G. como Charo H. le van a dar un uso intensivo, estoy seguro. Además me he asegurado la paella para algún domingo más.
A algunos todavía nos queda acercarnos hasta la cueva de la Virgen de Tejeda. Dice la leyenda que en ese lugar se le apareció sobre el tronco de un tejo a un pastor que allí se refugiaba. En realidad es un trayecto muy agradable junto al río con bonitos rincones. Nosotros nos juntamos en una chopera para comer hasta que una fina lluvia nos invitó al volver al pueblo de Garaballa. Fotos de Toni M. AQUÍ, de Ramón N. AQUÍ y de Sendeando AQUÍ.
En esta ocasión fueron dos las parejas de bastones que sorteamos por gentileza de DEPORTES ALVARADO. Tanto Ángeles G. como Charo H. le van a dar un uso intensivo, estoy seguro. Además me he asegurado la paella para algún domingo más.
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