martes, 17 de noviembre de 2009

PRV-60 Y RESTAURANTE PARPALLÓ



El pasado sábado tuvimos la siempre esperada salida "sendero-gastronómica" con Terres i Taules. El amigo Ramón siempre acierta tanto en la elección del sendero como con la del restaurante. En esta ocasión disfrutamos de un par de sorpresas muy agradables: El Barranco de Manesa y el Rte. Parpalló (La Drova).

Empecemos como se empiezan estas cosas; con el almuerzo. Por si no estaba clara la reserva, cualquier excusa es buena, nada más llegar a La Drova acudimos al restaurante a darle a la mandíbula. Algunos ya tuvimos la oportunidad de catar las empanadillas de espinacas,.... deliciosas.

El sendero PRV-60 es circular y nosotros lo recorrimos en el sentido horario saliendo del desvío que indica Font de la mongeta. En continuo ascenso, el sendero recorre la vertiente W del Barranc de la Selleta. A medida que ganamos altura la vista se abre hacia La Safor, las playas de Oliva, Denia,.. y al fondo la silueta inconfundible del Montgó. Más tarde pasamos por la indicación del desvío a Pinet y continuamos hasta un poste de señalización. En este punto un grupo visitó la Sima de l'Aldaia y otros la cima del mismo nombre.
De vuelta al cruce, el sendero comienza ya el descenso hasta el Plá de la Nevereta. Aquí comienza el Barranc de Manesa, declarado por la Generalitat Valenciana como Micro Reserva de Flora. Entre otras especies destacan los alcornoques y la gran cantidad de helechos que pudimos contemplar. Saliendo del barranco llegamos a la fuente de la Benita en las proximidades de Barx. Aquí tomamos el camí de l'Assegador (antigua Cañada Real de Castilla) hasta La Drova.

El Restaurante Parpalló merece comentario aparte. Comida sencilla y en su punto. Aquí no trabajan con sopletes ni hablan de texturas. El secreto es el punto de cocción. La paella perfecta de sabor (personalmente me gusta el grano más suelto), las empanadillas de guisantes, tomate o espinacas espectaculares (esa masa.... mmmmm) y el postre perfecto. Para que pedir más.

Como no habíamos tenido bastante, paramos en el Monestir de Santa María de la Valldigna a hacer la digestión. Un corta visita aunque muy agradable y p'a casa. Ahora a esperar a la próxima sorpresa que nos dará Ramón y sus compinches de 5 tenedores.