lunes, 16 de febrero de 2015

MONTANEJOS - PUEBLA DE ARENOSO

OTOÑO EN LOS CALPES
La localidad de Montanejos está situada al final de un "choque de trenes". La Rosada, el Morrón de Campos o el pico Copa la aprisionan desde las alturas formando impresionantes barrancos por los que se abren paso las aguas de los ríos Montán. Maimona y Mijares. Todos estos accidentes geográficos tropiezan unos con otros y reciben las cálidas aguas que brotan de la Fuente de los Baños. A partir de este puntos las aguas se amansan, el valle se abre y comienza su lento camino hacia el mediterráneo. Por estos motivos, nuestra excursión tenía dos modalidades: subir y bajar.
Salimos de Montanejos hacia las faldas de La Rosada. El zigzagueante camino se adentra en una pinada y va cogiendo altura hasta desembocar en la llamada Senda de la Bojera. Es un recorrido que nos permite disfrutar del Barranco del río Maimona desde las alturas. A nuestra izquierda las paredes de La Rosada y a la derecha el abismo. El sendero, perfectamente trazado, nos permite ser unos espectadores privilegiados de los movimientos orogénicos que han ido formando esta sierra. 
Termina la primera subida en la pista que se dirige, a la izquierda, a Montán y a la derecha, a la aldea de Los Calpes. Nosotros cogemos esta última que desciende por un frondoso pinar hasta vadear el río Maimona. Desde aquí comienza una nueva subida por una senda que serpentea entre caminos ganaderos. Poco a poco el bosque da paso al cultivo de secano; almendros, olivos, alguna cabaña de pedra en sec,... Llegamos a Los Calpes con las campanas tocando a misa, cogemos algo de agua de su fuentes y continuamos la marcha.
La marcha que sigue subiendo, claro. Abandonamos la aldea para dirigirnos al punto más alto del recorrido en los alrededores de la abandonada ermita de San Cristóbal. Hemos pasado antes junto al pilón de los Cuatro Caminos. Los alrededores de la ermita nos sirven como improvisado comedor. Tras el descanso reanudamos la marcha. Caminamos junto a un barranco y un antiguo tendido eléctrico hasta que divisamos el embalse de Arenoso, primero, y, más tarde, nuestro punto de destino. Accedemos a La Puebla de Arenoso por la parte alta donde, además del cementerio, se sitúan algunos corrales, una antigua bodega y la Ermita del Loreto. A destacar la plaza donde destaca la iglesia parroquial (s. XVI), el ayuntamiento con su porche exterior y la antigua abadía, hoy establecimiento hotelero. Fotos AQUÍ.

Como de costumbre realizamos el sorteo de un par de bastones con que nos obsequia DEPORTES ALVARADO en cada excursión. Esta vez la afortunada ganadora fue Carmen V. ¡Enhorabuena!

lunes, 2 de febrero de 2015

LAS CHORRERAS DE ENGUÍDANOS

Debido a la mala previsión meteorológica y al aviso de riesgo importante (nivel naranja) por vientos fuertes en la zona de Ares del Maestrat, decidimos cambiar el destino de nuestra excursión. Estaba claro que sin día de monte no nos quedábamos. Elegimos Enguídanos (Cuenca). Calor no íbamos a pasar pero podríamos aguantarlo y disfrutar de la excursión. 

Este lugar de La Manchuela Conquense nos recibió con un día luminoso de esos que solo el cielo castellano puede ofrecernos. Había llovido el día anterior por lo que junto con el viento, pudimos disfrutar de una gran visibilidad. A la sombra de su castillo comenzamos a caminar en busca del alborotado río Cabriel. La pista bordea campos de secano y la cola del embalse de Contreras. Poco a poco va tomando altura en busca de Las Hoyas. A un lado podemos disfrutar de viñedos y olivares y al otro de la profunda huella del río Cabriel rodeado de pinares.

Acompañados del viento caminamos en una pista que parece un tobogán con pequeñas subidas y bajadas hasta llegar al lugar conocido como Los Picachuelos. Aquí tomamos dirección sur para ir en busca del río. Antes de llegar podemos disfrutar de las vistas del mirador sobre el paraje de Las Chorreras y de la parada para comer. Después del descanso reparador tomamos el camino junto al río. Llegamos a La Junta, lugar donde se unen las aguas del Cabriel y del Guadazaón en busca del río Júcar. Aquí el caudal aumenta considerablemente.

En una espléndida chopera, el agua nos impide el paso por la pista y tenemos que buscar uno alternativo. A alguno le gusta tanto las tierras conquenses que prefirió hacer un largo de natación y "acercarse más" a la madre tierra. Encontrado el paso alternativo continuamos la marcha por una tranquila senda entre encinas y pinos. Retornamos a la pista y llegamos al paraje donde se sitúa el antiguo embalse de la Lastra. Con el castillo a la vista llegamos al puente que vadea el río... en condiciones normales de caudal. En este caso el nivel de las aguas sobrepasaba el del vado y volvimos a las dos alternativas. Unos decidieron seguir con los cursos de natación y otros buscar una alternativa más... seca. En cualquier caso, ambos grupos llegamos a Enguídanos para el avituallamiento final. Fotos de Ramón (uno de los nadadores) AQUÍ  y de Sendeando AQUÍ.

Como no podía ser de otra manera tuvimos nuestro esperado sorteo de bastones obsequio de DEPORTES ALVARADO. María Faus C. fue la afortunada.