lunes, 15 de abril de 2019

PIC DE LA SAFOR


Me gusta pensar que las montañas más que separar, unen territorios. La cresta del Pic de la Safor es uno de esos puntos. Lugar común de dos provincias, tres comarcas y, claro, tres términos municipales. Al Norte, por donde subimos, la localidad de Vilallonga en la valenciana comarca de La Safor. Al Sur dos comarcas alicantinas; la perteneciente al municipio de L’Orxa en la comarca del Comtat y la de la Vall de la Gallinera en la Marina Alta.

Pasada la Font de la Reprimala, salimos de la antigua cantera. El lugar desmerece la belleza del recorrido posterior pero así somos por estas tierras. Tenemos lugares espectaculares que ya nos encargamos nosotros de estropearlos. Que se note la mano de nuestra “inteligencia”. La primera parte transcurre por la concurrida vía verde junto al río Serpis. Tomamos el desvío hacia la Font de la Mata; aquí empieza la diversión. Un sendero muy definido nos lleva hasta la urbanización junto al Tossal de Tarsan.

Lo abandonamos por una empinada senda que va ganado altitud junto a las paredes verticales del circo de La Safor. Ni un momento de descanso nos regala el recorrido y tenemos que inventarlo para recuperar fuerzas. Pasamos junto a La Finestra y, finalmente, llegamos al Pla de la Nevera. Un pequeño esfuerzo más, de una parte del grupo, y llegamos al Cim de la Safor (1.013m). De nuevo en la Nevera, es tiempo de comer y de tertulia. Nos queda una larga bajada.

Hasta la Font dels Olbits caminamos por la divisoria de aguas. De frente el Benicadell, la Serra Mariola, la Font Roja, la Serrella, Aitana…El recorrido transcurre entre un precioso bosque de carrascas. En la fuente intentamos mitigar el calor de este día de primavera que suena a verano. Bajamos hacia el Barranc de Bassiets y, más tarde, al Vesant de la Carrasca por un entorno de gran belleza. Antiguos bancales con olivos y algarrobos, enormes paredes que definen el barranco, abrigos formados por la erosión de esta piedra caliza y rincones en los que se respira mucha paz. Poco a poco llegamos a Vilallonga, fin de nuestro trayecto.

Fotos de la excursión AQUÍ.

Ricardo F. se llevó los bastones que sorteamos obsequio de DEPORTES ALVARADO. La suerte le sonríe.

lunes, 8 de abril de 2019

LA SERRA FORADADA


Uno de los muchos rincones a destacar de la Marina Alta es la Serra de la Foradada y los valles que la rodean. Al Sur la Vall d’Alcalà con sus núcleos de población de Beniaia y Alcalà de la Jovada. Cuna de Al-Azraq (el blau); el valenciano de los ojos azules. Coetáneo de Jaume I y grandes aficionados a firmar tratados que nunca cumplirían. Era la diplomacia de la época. Por el despoblado morisco de l’Adzuvieta todavía se puede percibir como vivían nuestros antepasados. Esos valencianos que tuvieron que abandonar sus tierras por la envidia y la religión. De la administración “de poniente” nunca no llega nada bueno.

El sendero hasta la Foradá es muy agradable y nos permite disfrutar de un ambiente de montaña sin grandes esfuerzos. La panorámica hacia el norte es esplendida gracias a un día ventoso y las lluvias de la tarde anterior. Seguimos la cresta de la Sierra y llegamos al Corral del Moro y su acceso a la famosa Coveta. Llegamos a la Era del Tío Camilo y tomamos el Camí del Passet de Benissivà en la umbría. Un camino que nos permite admirar las paredes sobre las que hemos caminado.

Tras parar a comer llegamos a los caminos que comunican las tierras de cultivo de la Vall de la Gallinera. Abundan los cerezos; la mayoría con el incipiente fruto asomando y algunos en flor. El invierno caluroso que hemos sufrido ha hecho que lleguemos tarde al espectáculo de su floración. Pasamos junto al lugar donde se ubicaba el convento de los Franciscanos marcado por el ya famoso rayo de sol que atraviesa la Foradà dos veces al año. Cruzamos Benitaia para finalizar la excursión en Benissivà.

Fotos de Cristina, de Ramón y de Sendeando.

Victoria se llevó los bastones que sorteamos gracias a la colaboración de DEPORTES ALVARADO.