martes, 10 de enero de 2012

TRAVESÍA DE AÍN A ALMEDIJAR


Pocas cosas se pueden añadir a un buen día en la montaña. Si el tiempo acompaña y la compañía y el entorno son inmejorables, solo nos queda dejar que las cosas fluyan. La verdad es que ya estamos necesitando días de lluvia en este seco invierno, pero tuvimos un típico día de anticiclón, sin una nube y con buena temperatura ... y eso se agradece.
¡Qué podemos decir del entorno! Aín conserva ese entramado urbano tan característico de los lugares que han tenido que vivir muy juntos para vencer las dificultades. Su castillo, donde almorzamos, es de origen árabe y nos recuerda aquel funesto decreto de expulsión del que se han cumplido quinientos años hace bien poco. El pico Espadán, pese a tener unos pocos metros menos que su vecino Rápita, da nombre a esta sierra y es una perfecta atalaya desde la que pudimos contemplar una grandiosa vista. En el descenso hasta Almedíjar el alcornoque es el actor principal. Durante la comida estuvimos situados en un patio de butacas desde el podíamos contemplar unos magníficos ejemplares de este árbol tan singular.
En cuanto al grupo ¡qué más podemos decir! Así es muy fácil caminar por el monte. Cuando la gente se entiende con facilidad hace que todo sea más sencillo. Os esperamos en próximas excursiones. AQUÍ podéis ver algunas fotos.

1 comentario:

José-Félix Lozano dijo...

Kamaradas:
espectacular la excursión, el día, el recorrido, la planificación, la ejecución del horario, el autobús, ... y la compañía. Creo que ha sido un muy buen comienzo.
¡¡Nos veremos con frecuencia!!!
Félix