lunes, 14 de septiembre de 2009

SERRA DE IRTA. AGOSTO 2009



Ha llegado la hora de presentaros a una gran dama. Irta, así se llama, pertenece a la más selecta aristocracia castellonense. Desde 2002 ostenta el título de Parque Natural y Reserva Marina. Es algo así como una princesa, la Princesa IRTA.

De fuerte naturaleza y de esbelta y sinuosa figura, disfruta de una vida de cuento. Atendiendo a sus castillos, ermitas o torres bien podría ser, más bien, un libro de caballería. Si destacamos su perfil marítimo nos invita a soñar con piratas, abordajes,... Ahora bien, sus hornos de cal y masías nos devuelven a esas noches de invierno, azotadas por el viento, en las que nos acurrucábamos a escuchar las leyendas del abuelo.

Interesante vida la de nuestra princesa. Pero no creáis que estos cuentos de templarios o piratas han quedado trasnochados. Desgraciadamente los caballeros actuales no respetan las estrictas normas de la esgrima, los piratas modernos no están a merced de los vientos y las apariciones nocturnas no son de la bruja buena. Actualmente los piratas visten "trajes" elegantes y más que por la valía se desviven por la "plusvalía"; los mercenarios ya no cumplen por la bolsa si no por el bolso (de LV) y otros cambian el parche en el ojo por las gafas oscuras.

Pero volviendo al inicio, nuestra gran dama nos ha acogido este verano y nos ha mostrado parte de sus encantos. La princesa Irta nos ha desvelado algunos de sus secretos y, sin lugar a dudas, hemos caído en sus redes. Como buena anfitriona nos ha enseñado su cara más amable. Solo queda agradecerle su hospitalidad. Fotos aquí.


Quiero dedicar este pequeño relato a dos auténticos "reyes de Irta", nuestros amigos portugueses Maya y Tobías.

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